"Lo mejor para cuando quiere saber más sobre las habilidades de comunicación de su hijo"

La evaluación integral toma en cuenta las preocupaciones más comunes de los que hablan tarde y cualquier otra preocupación de comunicación específica del niño en particular.

Para los hablantes tardíos que aún no han adquirido el lenguaje verbal, la evaluación se centra en los comportamientos preverbales, incluidos el juego, los gestos y otras formas de comunicación e interacción no verbal.

La evaluación puede variar de 90 a 120 minutos dependiendo de cada caso y se puede realizar en persona o por telepráctica. Es una evaluación dinámica y auténtica que requerirá su participación y preparación, especialmente si se completa a través de Telepractice.

La evaluación generalmente incluye:

• Historia de caso relevante;

• examen de audición;

• examen del mecanismo oral;

• evaluación de las habilidades lingüísticas;

• comportamiento de juego;

• alfabetización emergente.

Para los niños bilingües, es necesaria una evaluación adecuada en todos los idiomas para diferenciar entre una diferencia lingüística y un verdadero trastorno de la comunicación.

La evaluación puede resultar en

• determinación de un retraso del idioma

• diagnóstico de un trastorno del lenguaje hablado

• descripción de las características y gravedad del trastorno o retraso;

• determinación de la variabilidad del desempeño en función de situaciones / contextos comunicativos;

• identificación de retraso en el desarrollo fonológico;

• identificación de las destrezas de alfabetización temprana retrasadas;

• identificación de problemas de comunicación social;

• identificación de posibles problemas de audición;

• recomendación de seguimiento y reevaluación continuos;

• recomendación de intervención y apoyo directos;

• derivación a otros profesionales según sea necesario

• determinación de que el niño tiene una diferencia de lenguaje y no un trastorno del lenguaje.

Toda esta información y análisis se reportará en un informe escrito detallado.